sábado, 20 de agosto de 2011

Me cuelo a lo ajeno a tu par de labios
que se entregan a los míos.

Tu rostro
que se enciende
en la chimenea.

Nuestros cuerpos, que se enredan
en las sabanas.


La taza la llenamos
todas los días

cuando te acercas

Me cuelo a tu cuerpo
en las noches
a ese par de paredes
que pintamos
callados